Víctima de mis fantasías

La glamorosa y envidiable vida de un publicista también tiene su lado malo. No todo es pasársela todo el día en internet leyendo weblogs, no, a veces también hay que pensar. Y para nosotros los "creativos" pensar es nuestra vida, nuestro sustento, lo que nos hace ser lo que somos. Un creativo que no puede pensar, que no puede soñar, no es creativo. Así que desde que decidimos ser creativos en una agencia, hasta que finalmente lo logramos, nos pasamos entrenando ese cerebrito nuestro a imaginar, a soñar a dejarse llevar por las ideas. Leemos y buscamos todas las técnicas para "aumentar" la creatividad, para que la próxima vez que te pidan una idea, te tome sólo segundos hacerla. Aquí es cuando ver tanta tele y pasarsela jugando paga (¡¡viste mamá, estabas equivocada!! ¡JA!), uno logra llegar a ese nivel creativo que te permite tener una gran cantidad de ideas buenas al día, algo más allá que lo que lograría una persona normal.

Pero, ¿dónde está lo malo en pensar? ¿Acaso no es bonito fantasear? Claro, claro que sí, pero todo tiene un límite. Este nuevo "poder" que uno se mató para desarrollar, por más chévere que sea es incontrolable. Si, cualquier cosa puede desatarlo, medio ves algo fuera de lo común e inmediatamente tu mente empieza a desarrollar las más grandes y fantasticas historias, ya sea para una texto, un corto, una aviso o hasta un post. Ir al mundo de las fantasias es muy divertido, pero significa irse del mundo real, perderse lo que sucede en la realidad, mientras tu pelada o tu mamá te dicen algo importante, tu estás luchando contra godzilla con tu super ultra rayo laser que te sale de los dedos gracias a tu nuevo poder mutante que te nació por la radioactividad del monitor de tu casa.

¿Se acuerdan de la típica historia del científico que se la pasaba pensando y no miraba hacia adelante y se cayo a un hueco? bueno, eso es algo bastante común para mi. He sido víctima de postes mal puestos en la mitad de mi camino y de alcantarillas destapadas. Ayer iba hacia mi casa, y pasé por un departamento que se alquilaba, empece a fantasear acerca de vivir ahí y de que ruta tomaría para ir al trabajo "hacia la derecha" pensé. Cuando me di cuenta había virado hacia la derecha y estaba a mitad de camino hacia la oficina, me tomo como 7 minutos darme cuenta que estaba volviendo a donde salí.
A veces Sadie me habla, y algo que ella dice me hace perderme, para cuando vuelvo, ella ya ha terminado de contar su historia y yo tengo dos opciones, decir "ahh si..." o explicarle la situación y pedirle amablemente que me repita la historia, por suerte ella me tiene paciencia.

Tiene su lado bueno, si, cuando estoy solo no me aburro nunca, siempre tendré algo bueno en que pensar o soñar, pero es cada vez más dificil mantenerse aquí en la realidad. Y todo por que la realidad muchas veces no tiene nada bueno que ofrecerme, y cada vez se pone peor. Me asusta esto, tal vez algún día me vaya y no encuentre el camino de regreso, y eso no importa, lo que en realidad me asusta es no querer encontrarlo.