Lúcido por fin

Ayer finalmente pasó. Cerca de medianoche lo logré.
Estaba en una casa bastante elegante, grande, y a lo lejos se escuchaba algo de música, pero no reconocía la canción. Me imaginé que estaba en una fiesta, y salí a fumar un tabaco, era de noche pero no hacía frío, sentía un ligero rastro de vodka en mi lengua, ya afuera vi que el cielo se veía como bidimensional, sin profundidad y las estrellas parecían pintadas.

Esto es un sueño.
Espérate, que no te pase lo mismo (me dije), no te despiertes, trata de hacerlo esta vez. Había visto películas, documentales y leído mucho sobre los sueños lúcidos, en los que te das cuenta de que es un sueño y logras manejarlos.
Y mis brazos buscaron volar, extrañamente mi consciente embuido en un área subconsciente aún necesitaba medios lógicos o pseudológicos para hacer las cosas. Pero lo logré. Estaba volando, esta vez yo manejo, gracias. Que fuerte darte cuenta de pronto, de que no tienes límites. Y comencé a buscar ir más alto, quiero ver la ciudad entera, quién sabe en que ciudad me tiene mi subconsciente, a lo lejos ya puedo ver las lucecitas en medio de la noche, y me comencé a elevar más. De pronto...
(thud!) ouch!
Me di contra el techo, me moví más allá y seguí subiendo. Otro techo más, y luego otra vez exactamente igual. Y otra vez, exactamente igual, sabía que estaba subiendo pero siempre había un techo encima que no me dejaba alejarme totalmente del piso y de los límites de la realidad del sueño.
(thud!) wow!
Ahora estoy en mi cama, viendo el techo con sus propias estrellas, todo fue un sueño, y no pude evitar despertarme, luego de otro tabaco y admirar la luna llena me volví a dormir, pero algo ha cambiado, ahora manejo yo, gracias.