Mi paraíso, mi cuarto


Me gustaría ponerles fotos, para que vean nomás como maravillosamente he decorado mi cuarto a mi gusto, con todo tipo de arte en las paredes, fotos, pinturas, modelos, posters, poemas, fotos de mis seres admirados y de momentos trascendentales de la historia o de películas, y fotos también de mi amor, pero hasta hace poco una bandera azul hacia de cortina, pero muy ineficientemente.
Sin embargo, mi mamá, en un sorprendente ataque detallista, se fijó en mi color favorito y llegó con la cortina ya lista, además de la manera más sencilla, nada de poleas, ganchos, flecos o tonterías, solo una tela confeccionada del largo correcto y textura correcta para darle el toque final a este paraíso mío.
Si los niveles de luz se midieran del 1 al 10, siendo el 10 la luz natural de un amanecer no particularmente radiante, el interior de mi cuarto sigue siendo de 3 y medio, cuatro a lo mucho. Siendo daltónico, supuestamente la luz blanca me da más ventajas a ver los colores correctamente, pero sinceramente me importa poco o nada, si por otro lado está la comodidad, la frescura y ese maravilloso sentimiento en cuanto se entra de que estás viajando a otra parte del mundo, donde no es de día, tampoco es de noche, pero el clima y el paisaje son perfectos.
Algunas personas han visitado mi cuarto, unos varias veces y otros una sola vez, pero todas ellas siempre toman una actitud de estar en una galería, observan cada una de las cosas de las paredes, se fijan en el firmamento que tengo en el techo, en el siempre fragante olor de los inciensos y su hilillo de humo que se pierde en el azul de las paredes. Les dije que mi color favorito es el azul? Claro, hasta que tocan mi cama, y suavemente como una mujer seductora les ofrece que se posen encima suyo, y aquel que haya tenido un residuo de sueño mal dormido la noche anterior, quiere echarse y dormir profundamente, como muchas veces ha pasado, por eso solo tengo dos sillas.
Además, tengo ordenado los objetos de manera perfecta para que cada función que uno realiza en el cuarto sea lo más eficiente. La sábana está tendida para solo acostarse y halarla sobre uno desde abajo. Las pesas están junto a la librería, donde no estorban pero llaman la atención para no olvidarme de hacer mi pequeña rutina diaria. La tele y el ps2 obviamente frente a la cama, pero sobre un mueble que fácilmente se mueve en cualquier dirección para obtener mejores resultados. El aire acondicionado justo sobre mi cama, para que no me dé directo pero sin embargo no tener que levantarme a media noche para apagarlo. El escritorio, con la PC, un ventilador para esos momentos no tan calurosas y un espacio para las "cosas de salida"(material para otro post).
Y obviamente, las librerías abarrotadas de los muchos libros (serán unos 1000? más o menos) que me han prestado su sabiduría, su comicidad, su erotismo, o su vulgaridad, pues para qué negarlo también he leído libros malos, pero por ser libros me da pena botarlos. Como a una mujer fea, no por eso le vas a pegar, digo.
Y una de las cosas más importantes, junto a mi cama, una foto en primer plano de mi amada, que me da los buenos días todos los días con su carita de dame-un-beso, y junto a la puerta, para ser vistos al salir, al tener que enfrentarme al mundo de afuera de mi paraíso, más fotos de ella y algunas frases que valen la pena siempre recordar (La verdad os hará libres. Uno es dueño de lo que piensa y esclavo de lo que dice. El justo por la fe vivirá.).(con esto último no se crean que soy super creyente, pero me parecen buenas e inspiradoras frases...)

Pero creo que todavía podrían faltar un par de cosas para perfeccionar mi paraíso.... mmm, se me ocurren varias cosas, y ti?