No sé cuántos años tenía la primera vez que creí ver un fantasma, digo creí porque ahora sé que estaba equivocada. Estaba en todo su apogeo el rumor este del niño que aparece en la película "Tres hombres y un bebé" y yo era una niña pequeña que incrédula decidió ver la película y zas se topa con el niño-fantasma. Me dio miedo como no me había dado casi nunca, tardé tanto en poder dormirme. Luego lo olvidé y averiguando supe que el fantasma no era real sino una ilusión óptica (para quienes no sepan aún la verdad tras el mito aquí está la explicación).
En toda reunión llegará un momento en el que las personas reunidas empezarán a hablar de las cosas raras que les han pasado a ellos o al amigo de un amigo. Seriamente, esas cosas fantasmagóricas a mi jamás me han pasado pero sí me da esa sensación en la espalda cada vez que escucho las historias de los otros, que el fantasma jugaba cartas en la sala, que se me sentó en la cama, que me prende la luz, le sube el volúmen al televisor y demás acciones propias de los espíritus.
Una de las historias que en lo particular me ha intrigado me la contó un amigo muy cercano que por esas cosas de la vida está viviendo en Kentucky y es la historia del sanatorio Waverly. Por allá por 1910 se construyó este hospital para tratar a los enfermos de tuberculosis, miles de personas fallecieron debido a la enfermedad en este lugar y también debido a los distintos experimentos que les practicaban en busca de una solución para la enfermedad.
Era tanta la cantidad de cuerpos que fue necesario encontrar una forma de removerlos del lugar sin que el resto de enfermos viera pasar ante sus ojos la cantidad de cadáveres que había en el lugar y se creó el llamado "túnel de la muerte" que enviaba los cuerpos a un depósito en los bajos de la colina donde estaba el edificio para su posterior cremación. Eventualmente se encontró la cura para la tuberculosis y el hospìtal cerró sus puertas, luego se convirtió en un geriátrico que también debió ser cerrado debido a la cantidad de maltratos que sucedían a los ancianos.
El edificio está destrozado por el tiempo, carece de electricidad alguna y continuamente se observan cosas extremadamente extrañas. Hay apariciones de sombras en el cuarto piso, olores de pan recién horneado donde era la cocina y se registran inexplicables cambios de temperatura de una habitación a otra.
Y bueno este edificio está por allá por Kentucky y mi amigo y otros más burlaron la seguridad y se metieron con filmadora en mano a pasear por los pasillos. Osadamente luego de explorar fueron en busca de las dos cosas más atemorizantes, el quinto piso donde según la historia encerraban a los enfermos locos y peligrosos y donde se suicidaron dos enfermeras que cuidaban el piso, aquí encontraron la puerta cerrada con un inmenso candado, pensaron oir sonidos tras la puerta y fue sospechoso el hecho de que fuera el único piso con este tipo de cerradura.
Luego a buscar el túnel, largo rato andaron pero no lo hallaron pues mientras más se acercaban a donde debía estar, más oscuro y complicado se volvía el camino. Salieron, revisaron el video y descubrieron algunas cosas que no estaban allí mientras deambulaban por el hospital, como sonidos extraños y en el área donde buscaban el túnel unos encendidos ojos de gato y el llanto de un bebé.
Yo nunca he visto un fantasma y la verdad no tengo muchas ganas de verlo, pero la cantidad de historias es tal que se vuelve complicado dejar por sentado aquello de que "los fantasmas no existen". Pero pienso y pienso y me pregunto ¿cuál es la explicación? ¿a qué se debe que existan este tipo de cosas? Creo que tal vez es posible que los seres humanos estemos llenos entre otras cosas energía y alma y que tal vez es posible dejar una marca de nuestra energía en el plano de lo real en especial en momentos de extremo dolor o tristeza, claro está que eso se me acaba de ocurrir pero quién sabe, de pronto podría ser.
Lo cierto es que con explicación o sin ella, a mi sí me asustan las historias ¿y a tí?
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