A mi los doctores no me caen bien, siempre me ha parecido raro eso de que un extraño se acerque todo amigable y te explique cosas pero principalmente odiaba, cuando era niña, el inmenso poder que tenían... ellos podían recetarte una inyección, y yo temblaba solo de oír la palabra.
De pequeña me dio varicela, de grande me dio rubeola y también recuerdo un incidente en el cual desperté con la boca hinchada, son las tres veces que necesité un doctor. Tal vez sea por eso, por lo poco que han estado en mi vida que hasta el día de hoy detesto todo aquello relacionado con la medicina, irónicamente mi papá quería que yo fuera doctora.
También está la teoría egoísta que he creado de que yo tengo muy desarrolladas mi capacidad de sentir y por eso soy más sensible al dolor que el promedio de las personas, claro también soy muy receptiva a las caricias de mi príncipe y explicaría también porque detesto que me abracen sin mi previo consentimiento y preparación mental.
Odio los doctores, los hospitales, las pastillas, los jarabes y por sobre todas las cosas las inyecciones, le temo al dolor y a ver lo frágiles que somos los seres humanos por dentro y por fuera, y sin embargo, terminamos aguantando tanto.
Tal vez sea porque ayer me fui a ver Batman Begins pero me quedé pensando en eso, en cuál es el miedo que tengo que vencer y noté que yo prefiero tres días en cama a que me pongan una inyección y que eso no debe ser muy normal.
¿Qué miedo crees que debes vencer?
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