Colaboración: Inconvenientes de la Farra Mundialera

Mi amiga Gypsy me pasó sus apreciaciones de la clasificación al mundial, me pareció interesante su aventura, aquí la comparto con ustedes.

?¡Ecuador, Ecuador mí país!? gritaban los comentaristas de radio a todo volumen. Mientras tanto, yo me dirigía a la Victor Emilio entre el bullicio que empezaba a crear la gente, la Pilsener/Brama, y el furor de haber llegado al mundial por segunda vez.

Las cuadras que recorrimos con mis amigos estaban llenas de escenas típicas; las típicas camionetas llenas de personas hasta decir basta, los típicos borrachos cayéndose ?plutisimos? en la calle, la típica radio de local tocando cualquier canción de Daddy Yankee, los típicos policías pretendiendo hacer su trabajo y los típicos conocidos del colegio, Universidad, etc.

La noche hubiese transcurrido sin mayor importancia, gracias al buen vino en vasito de plástico y la gracia divina de haber encontrado un carro que escuchaba rock al lado del cual sentarnos, si no hubiese sido por un pequeño inconveniente?.Mis amigos tenían una facilidad de encontrar un baño, que fisiológicamente yo no tenía.

Así comenzó mi odisea sola, a las 11 PM por encontrar un baño relativamente cerca de donde estábamos sentados sin A) Perderme o B) Ser morboseada abiertamente por alguno de los muchos borrachos. Al caminar unas 2 cuadras finalmente encontré un lugarcito que vendían sanduches de lo que, a mi parecer era chancho, pero más que nada: ¡tenía un baño!
Me uní a la interminable fila de otras mujeres apuradas, quienes gracias a Dios entraban de dos en dos, o de tres en tres siguiendo esa fiel costumbre, para mi incomprensible, de ir al baño juntas.

Paréntesis: Para los hombres que quieran una explicación a esto, no se las puedo dar. Supongo que esta costumbre salió para poder salir a criticar los aspectos de una fiesta sin que nadie se entere o avisarle a la amiga que te ibas con el marido de Susanita y que se quedara fría, o que conversar mientras vas al baño relaja tu sistema? Nunca he sido partidaria de la compañía bañesca. Bueno, regresando a la historia:

Justo en ese momento, alguien me jala del brazo, y me dice ?¿Qué fue China, como estas?? en tono amigable. Al virarme, descubrí a una chica con la que a duras penas había hablado alguna vez, pero me resultaba conocida. La salude, para ser amable, y ella de respuesta me dice ?¿No te molesta si entro contigo al baño??
Al recuperarme de mi sorpresa le respondí ?eh?.bueno??, para no ser descortés, aunque realmente aprecio mi espacio personal y no encuentro divertido el ir al baño con alguien desconocido.
Al entrar, supuse que ella se iba a virar contra la pared, pero ¡No! ¡Se paró frente al espejo a arreglarse el cabello! Me vi en la difícil posición de pedirle que se volteara sin sonar demasiado paranoica o grosera, y ella eventualmente entendió el gesto.
Yo obviamente, salí de allí a mi velocidad máxima, y retorné a mi vino en vasito.

Sin embargo, mi mayor impresión fue ?¡que cara?e tuca!? .Y lo único que puedo decir es que espero que algún genio de la tecnología, de esos que crean artilugios tecnológicos, se le ocurra idear un baño femenino portable, para evitar ese tipo de vergüenzas ilógicas, que asume que por que eres mujer la tía de tu amigo julito va a ir al baño contigo.

Gypsy