Injusticias Familiares

La madre cumple un rol importantísimo en la vida de un niño, ese ser tan fantástico que nos ayuda, nos apoya, nos acompaña, nos pega, nos catiga, la muy maldita. Pero es la madre, ese madre que todos respetan y que aunque se vaya y nuestro padre se case con otra, siempre será irremplazable, hay hasta otra palabra para esta madre sustituta, y es madrastra, nada podrá reemplazar a la madre, madre hay una sola.

El padre, esa base de nuestro crecimiento, que nos ayuda, nos apoya, nos da su apellido y también nos pega y si no nos pega, le pasa el látigo a la mamá para que nos pegue, el muy sádico. Pero no, nada se compara al padre, ese que puso la semilla, al cual le puedes agradecer el que seas hombre o mujer (si eres intermedio eso lo hiciste tu solito), esta persona tan importante en nuestras vidas que aunque se vaya, tampoco tiene reemplazo. El padre es único e irremplazable, nadie osaría llamarse padre de alguien así a la ligera, si no lo fuera realmente.

Pero el tío, ay el tío, el pobre y abnegado tío, este ser que durante toda su vida aguantó los golpes y abusos de su hermana o hermano, que tuvo que crecer al lado de esta persona, compartir sus juguetes, acompañar a mil lugares, cuidar si se es mayor, aguantar gritos y repeladas si se es menor, aguantar golpes si se es de igual edad. Hacer mil cosas durante TODA SU VIDA, todo para llegar a ser tío (llegar a ser padre o madre no parece tan complicado) y eso si es que al hermano/a le da la gana. Y de pronto un día, entra un cualquiera, ya sea el heladero o la enfermera, se acerca al bebé, le hace un par de juegos y la madre (generalmente) o el padre, abre su boca y se lanza semejante frase que destruye completamente el esfuerzo de toda la vida del tío, "¡A ver salude al tío! ¡Dele un beso al tío!"

¡¡¡O sea que uno se saca la madre durante toda su vida, para que venga cualquier cojudo medio amigo de alguno de los padres, que ni regalo trajo, que se olvida cada 10 segundos del nombre del bebé, que viene casi que con aliento a alcohol a tropezarse por el cuarto, a llevarse completamente a vaca el título de tío!!! ¡Cualquier pendejo puede ser tío! ¡Qué se creen los padres! ¡¿Acaso el título es de ellos para andar regalándolo por ahí al primero que pase?! ¡Qué clase de falta de respeto es esta! El mundo ha llegado a un punto en el cual ya nada se respeta, los dioses han caido, el apocalipsis está aquí y cualquiera es tío.

Aaaaay pero a la hora de cuidar al niño, de dar regalos de navidad, de ir al cumpleaños, ¿ahí donde están los tios y tias? ¿Qué paso con todos esos impostores roba título que están presentes para los besos, abrazos y juegos? ¿dónde están a la hora de pagar? Claro, uno gil es el que termina cuidando al niño o niña mientras los padres, y el falso tío, se van de chupa por ahí. Mira que el mundo es justo.

Esto de ser tío va a ser más dificil de lo que pensé.