Cuento corto

Él las miraba perplejo, no podía creer que después de tanto intentar, después de desearlo tanto, al fin veía como se movían las teclas del teclado. En su mano derecha había un cigarrillo, en la izquierda el mouse. Él miraba fijamente el teclado, concentrado en escribir, con su mente. El teclado se movía a una velocidad impresionante, y la coordinación que el sentía con las teclas era sorprendente. Las palabras eran escritas, fluían a la velocidad del pensamiento, era como dictarle a la máquina directamente.

3 minutos después, lo empezó a hacer más mecánicamente, y logró escribir sin mirar directamente al teclado y se puso a ver el monitor. Sus ideas eran plasmadas en un archivo de Word y el grababa constantemente con el mouse, en actitud compulsiva. Él se sentía feliz de poder crear con esa facilidad y a esa velocidad, todos sus pensamientos e ideas estarían disponibles para ser compartidas con el mundo entero, sería el más grande.

Lamentablemente para el mundo entero, éste era un completo idiota, que se la pasa escribiendo forwards, haciendo archivos de PowerPoint con angelitos, escribiéndoles mails horrorosamente largos y aburridos a sus amigos (a los cuales luego interrogaba acerca de ellos y si no sabían responder se resentía a muerte y les hacía la vida más imposible todavía), conversando tonterías en el messenger, escribiendo mensajitos en el celular, todo con k y lo peor de todo, tiene 7 blogs, 4 son hate-blogs, en otro se hace pasar por una chica de 15 años, otro es de reaggeton y otro pro Lucio Gutiérrez, en todos escribe con k.