Debí recordar que una mujer como yo no debe tratar de improvisar rutas para acortar camino, debí pensar en eso antes de girar a la derecha después de ese letrero que decía "a la 17" y encontrarme siguiendo mi instinto dando vueltas por un lugar desconocido. Estaba en un lugar completamente nuevo lleno de tiendas, un Guayaquil que no sabía que estaba allí tan cerca de otro Guayaquil que se recorre con más frecuencia. Lo peor de estar en esa situación es buscar desesperadamente un cartel que me diga en que calle estoy y darme cuenta de que no tenía la menor idea de hacia donde lleva la calle "Bahía de Caráquez" o la calle "Galápagos", había que afrontar la realidad, estaba perdida. Luego de varias, pero varias vueltas encontré un cartel que decía "Perimetral" y le aposté todo, afortunadamente dió resultado y salí por la Peri desde donde pude encontrar de nuevo el camino a casa.
No sé cómo hice para llegar de la Carlos Julio Arosemena a la Perimetral, son cosas que pasan, supongo.
Varios días después terminamos en la misma calle, esta vez LJ al volante, yo que ya había estado allí no tenía idea de cómo había salido pero él un poco más concentrado logró salir de ahí en la mitad del tiempo que yo. En un principio me sentí medio mal porque soy un poco competitiva y no era posible que él resolviera la situación antes que yo pero con el tiempo he visto que hay clichés que son certeros, como que los hombres suelen desenvolverse mejor tras el volante y tienen un mejor sentido de la orientación.
Pero no es sólo porque sí, no es que los hombres nacieron con un dispositivo GPS y se ubican a la perfección sin un origen lógico de esta percepción del espacio un poco mayor que el de la mayoría de las mujeres, es una cuestión de herencia biológica. Verán, muchas de las cosas que nos enseñan en la primaria nos las enseñan como una recopilación de datos sin mayores conclusiones cuando sería muy fácil añadir ciertos datos y hacer todo más enretenido. A mi me habría encantado saber el motivo de alguna de las diferencias actuales entre hombres y muejeres, habría sentido que aprendí algo que ha trascendido hasta el día de hoy y hubiese entendido porqué siempre manejaba mi papá.
Los hombres salían de sus hogares a cazar o pescar, a veces salían días enteros sólo para llevar algo de carne a su familia. Imagínense el mundo primitivo, sin letreros, sin edificios y sin muchos puntos de referencia que digamos, sólo árboles, ríos, llanos y todos medio parecidos entre sí. O sea que a fuerza debían tener bien clara la ruta de ida y de venida, qué se yo, contando pasos, contando árboles o marcando su camino, el hecho es que su sentido de la orientación a fuerza debía ser muy desarrollado. La mujer en cambio, se quedaba en casa o recogia frutas en los alrededores, de pronto plantaban o realizaban alguna otra actividad dentro de la misma área donde vivían, es decir que no tenían la necesidad de conocer a fondo rutas de ningún tipo porque se quedaban en el mismo lugar esperando que llegue su pareja.
Los especialistas en los aspectos antropológicos de este tema consideran que muchas de las diferencias entre los hombres y las mujeres deriva de las distintas ocupaciones que durante cientos de miles de años en los grupos primitivos debieron asumir hombres y mujeres y que la habilidad derivada de esta necesidad ha quedado en nosotros como un carácter biológico adquirido. Y esa es la respuesta, por eso ellos suelen ubicarse mejor, claro que debe haber entre nosotras varias descendientes de cazadoras independientes que poseen un sentido envidiable de orientación, yo he comprobado que no soy una de ellas.
Asimismo existen entre ambos sexos otras diferencias de índole cerebral, eso que determina lo emocional de las mujeres y el buen sentido espacial de los hombres pero ese es otro tema, yo sólo diré que si bien es cierto que las mujeres tenemos más desarrolladas las áreas verbales y de la comunicación y los hombres el sentido matemático de las cosas, también es cierto que para ese tipo de cosas... ya existen las calculadoras.
No sé cómo hice para llegar de la Carlos Julio Arosemena a la Perimetral, son cosas que pasan, supongo.
Varios días después terminamos en la misma calle, esta vez LJ al volante, yo que ya había estado allí no tenía idea de cómo había salido pero él un poco más concentrado logró salir de ahí en la mitad del tiempo que yo. En un principio me sentí medio mal porque soy un poco competitiva y no era posible que él resolviera la situación antes que yo pero con el tiempo he visto que hay clichés que son certeros, como que los hombres suelen desenvolverse mejor tras el volante y tienen un mejor sentido de la orientación.
Pero no es sólo porque sí, no es que los hombres nacieron con un dispositivo GPS y se ubican a la perfección sin un origen lógico de esta percepción del espacio un poco mayor que el de la mayoría de las mujeres, es una cuestión de herencia biológica. Verán, muchas de las cosas que nos enseñan en la primaria nos las enseñan como una recopilación de datos sin mayores conclusiones cuando sería muy fácil añadir ciertos datos y hacer todo más enretenido. A mi me habría encantado saber el motivo de alguna de las diferencias actuales entre hombres y muejeres, habría sentido que aprendí algo que ha trascendido hasta el día de hoy y hubiese entendido porqué siempre manejaba mi papá.
Los hombres salían de sus hogares a cazar o pescar, a veces salían días enteros sólo para llevar algo de carne a su familia. Imagínense el mundo primitivo, sin letreros, sin edificios y sin muchos puntos de referencia que digamos, sólo árboles, ríos, llanos y todos medio parecidos entre sí. O sea que a fuerza debían tener bien clara la ruta de ida y de venida, qué se yo, contando pasos, contando árboles o marcando su camino, el hecho es que su sentido de la orientación a fuerza debía ser muy desarrollado. La mujer en cambio, se quedaba en casa o recogia frutas en los alrededores, de pronto plantaban o realizaban alguna otra actividad dentro de la misma área donde vivían, es decir que no tenían la necesidad de conocer a fondo rutas de ningún tipo porque se quedaban en el mismo lugar esperando que llegue su pareja.
Los especialistas en los aspectos antropológicos de este tema consideran que muchas de las diferencias entre los hombres y las mujeres deriva de las distintas ocupaciones que durante cientos de miles de años en los grupos primitivos debieron asumir hombres y mujeres y que la habilidad derivada de esta necesidad ha quedado en nosotros como un carácter biológico adquirido. Y esa es la respuesta, por eso ellos suelen ubicarse mejor, claro que debe haber entre nosotras varias descendientes de cazadoras independientes que poseen un sentido envidiable de orientación, yo he comprobado que no soy una de ellas.
Asimismo existen entre ambos sexos otras diferencias de índole cerebral, eso que determina lo emocional de las mujeres y el buen sentido espacial de los hombres pero ese es otro tema, yo sólo diré que si bien es cierto que las mujeres tenemos más desarrolladas las áreas verbales y de la comunicación y los hombres el sentido matemático de las cosas, también es cierto que para ese tipo de cosas... ya existen las calculadoras.
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