La compañía KYE, productores y distribudores de la marca de accesorios de computación Genius, fue fundada en el año 1983; su capital es de alrededor de 58 millones de dólares y su ganancia en ventas hasta hace un par de años ascendía a los 235 millones de dólares. La fábrica de Genius tiene su sede principal en Taiwán y otras sedes importantes en Estados Unidos y Europa.
Digo yo, con tantos millones que se puden usar para hacer distintas investigaciones de mercado y crear modelos nuevos y convenientes para el consumidor, ¿quién habrá sido el tarado de Genius que dijo: en los teclados KB06 pongamos un botón de POWER justo al lado de ENTER y abajo de SUPRIMIR? ¡¿QUIÉN?!
No solo el botoncito en cuestión está en medio del teclado en lugar de a un extremo o algo más conveniente, sino que además está junto a dos teclas importantes y de uso muy frecuente, ¿me van a decir que es una coincidencia? No, alguien por allá por Taiwán se ha de estar matando de la risa de imaginarse la cantidad de personas que diariamente están en medio de algún trabajo importante movieron mal la mano y apagaron irremediablemente su computador gracias al botoncito del demonio.
A tí diseñador taiwanés de Genius, a tí te digo: Diosito te va a castigar. Es que no puede ser posible, tanta gente con un modelo de teclado parecido, todos humanos, tiene que haber un margen de gente que aplasta Power por error súper alto. Lo que convierte al teclado KB06 de Genius en uno de esos aparatos comunes y corrientes capaces de crear una reacción poco saludable y de por más irritante en cualquier persona en su sano juicio.
Miles de personas frustradas por haber perdido información o porque se les apagó el computador en la parte más emocionante de la conversación, eso se traduce en miles de personas de mal humor, las personas de mal humor tratan mal a las demás personas que las rodean creando una cadena de negatividad que afecta a la salud, hace perder la cordura a la gente y lastima a personas inocentes; la gente que pierde el temperamento puede volverse violenta, la violencia desata el caos, y el caos destruye a la sociedad.
¡Y todo por culpa del taiwanés idiota que pensó que ahí se vería bonito el maldito botón Power, y de su estúpido supervisor que en lugar de golpearlo en la cara... le aceptó la idea! ¡Demonios!
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