Sorpresa del día

De pronto me di cuenta. Era un temor que tenía desde hace algunos años, no con pavor desesperado sino más bien con algo de optimismo cínico.

Estoy perdiendo el negro.

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Basta de risas... en serio, basta.
.......
ya, en serio basta. Quienes me conocen de algún tiempo atrás y se encuentran en el faraónico(?)caso de ser mis íntimos amigos, comprenderán. Como daltónico, cuando la perspicacia, la astucia y la buena memoria son las únicas armas en contra del caos total, el negro había sido siempre un buen refugio, jamás se me había confundido con otro color, pero la pluma que tengo en la mano es negra, pero lo que acabo de escribir lo veo azul.

Tanto me había acostumbrado a mis sutilísimos rituales que hasta me olvido de esta "dolencia", como leí en uno de los muchos diccionarios que consulté sobre el daltonismo. Para mí ha sido un motivo de risa, un motivo de desconcierto, es hasta un buen temilla para romper el hielo... no me malentiendan, tampoco es como que si veo una chica que me gusta voy y le digo: Hola, sabías que soy daltónico?! Tu pelo es verdoso, eres pálida como la Luna y ni siquiera me aventuro a decir de qué color ha de ser tu ropa!....

Pero poco a poco, me fijo, en este momento, que todo lo negro a mi alrededor se ve como.... raro, el interior del auto, las llantas de los autos que pasan, las sombras, los letreros, esa puerta, ese guardia, esa camisa... levanto la mirada y el cielo también se ve... raro (por cierto, es de noche, duh!). Ahora sí se puso grave, el fondo de pantalla de mi poder lúdico se acaba de cambiar de color sin consultarme.

Lo más grave es la falta de control, es esta imprudente e impredecible "redecoración" del paisaje y de mi alrededor en general, que sufro. Los días oscuros son los más raros, mi vista clara al ver detalles, leer letra pequeña o ver cosas de lejos, de pronto se pone acuosa si trato de reconocer un color, pero el que verdaderamente es, no ese que estoy viendo que sé que no es.

Don´t cry for me, por lo menos me queda el azul. ¿verdad?