¿Habré madurado al fin, o será otra cosa?

Cómo han pasado los años.... hasta hace lo que a mí se me hace poco tiempo, hubiera reaccionado totalmente distinto.
La tenía ahí, vulnerable, casi inconsciente, borrachita, como lo habría soñado desde mi trinchera adolescente. Pero no hice nada, o más bien no le hice nada. Más bien me preocupé porque estaba mareada.
En mi alter ego juvenil habría desatado mis curiosos e invasivos instintos para quitarle la ropa o aprovecharme de que de nada se iba a acordar, o hasta le había dado más trago. Pero no, eso no es lo que me interesaba de ella, y sigue sin serlo.

Más bien me preocupé de que no se cayera, de que no fuera a pisar un cristal roto, y de quitarle esos zapatos con tacos altos que tanto daño parecían estarle haciendo.
Su minifalda cortita me tentaba, pero sólo por momentos al distraerme mientras masajeaba sus pies. La música suave hizo que ambos nos relajemos, por fin! Pero sólo para quedarnos dormidos, mi cabeza sobre sus rodillas, sus pies entre mis manos.

¿Habré madurado al fin, o será otra cosa?