Reportando desde Expoplaza 3: the inside story


No es nada fácil ser "promotora", convertirse en una de esas personas que atacan a los transeúntes con papelitos llenos de ofertas, no es fácil aprenderse todas las especificaciones de las computadoras y los precios de todos los productos aún cuando toda tu vida has sido semi ignorante en los asuntos computacionales. Sin embargo, fui promotora, me aprendí las especificaciones y lo hice durante siete días seguidos desde las tres de la tarde hasta las once de la noche.

Lo primero que uno aprende a hacer es a tratar de diferenciar a las personas que actually fueron a la feria a buscar una computadora y a los que están paseando. Luego hay que pensar como cliente, es decir te entrego mi papelito y te pregunto si quieres más información si me dices no pues te dejo en paz ya que cualquier acoso es malo.

Está bien, no todos deben aceptar mi papelito en especial cuando no estás interesado en comprar nada ese día pero mi obligación sí es repartirlos. Mi técnica era sencilla simplemente entregaba mi papelito mientras saludaba con un buenas tardes o noches y una sonrisa en mi rostro. El 90% de las personas me saludaba de vuelta o me agradecía y me aceptaba el papelito, si lo guardaban sin verlo pues no estaban interesados pero si se quedaban leyéndolo y observando los equipos pues les ofrecía más información.

El otro 10% hizo ejercer su derecho a decir que no, de maneras sutiles y nada molestas. Pero nunca faltan las personas que simplemente te ignoran y solo les falta empujarte como si simplemente no estuvieras ahí y no existieras. Sabes que saben que estás ahí, sabes que te están ignorando a propósito a pesar de estar al frente de ellos, los saludas pero habló el aire, ellos fueron los más difíciles de soportar.

En cuanto a ventas pues nos fue bastante bien pero honestamente creo que los que más vendieron fueron los de los helados mantecados, yo personalmente me comí uno diario y todas las personas andaban con su helado. Supongo que de entre todo lo que allí se vendía un helado era lo más accesible comparado con los precios de equipos de computación que están por encima de los quinientos dólares.

Como si el estar parada durante ocho horas entregando papeles no fuera suficiente tenía frente a mi stand el "chow artístico" por lo que se el lugar se volvía en extremo concurrido mientras desde una tarima se lanzaban mouse pads, plumas, calculadoras y termos. Sólo una vez me golpeo un mouse pad en la cabeza, me considero afortunada pues no fue un termo de plástico duro. Inclusive por las plumas le gente se peleaba y se botaban al piso, si querías ganarte algo más interesante como una camiseta o el mega combo de la calculadora con el termo tenías que subir a menearle la cola al público presente.

Y así se vivió la feria en Expoplaza, entre papelitos, helados y bailes. Puedo decir que aprendí muchas cosas en este maravillosos y largo viaje de ser promotora durante una semana. Aprendí que es hyper threading y todas las características de una multifunción Lexmark X5270, pero lo que realmente aprendí es que no existe trabajo fácil, todos exigen un gran esfuerzo. Siento que me perdí muchas cosas al trabajar en fin de semana pero me daba fuerzas diciéndome que vendrán muchos otros que sí disfrutaré, descubrí que soy estresable y no lo sabía y que el estrés es malo porque te hace gritarles aún a las personas que más quieres.

Aprendí a robarle horas al día para poder aguantar un poco más antes de caer rendida en mi cama antes de empezar la misma hazaña el día siguiente pero por sobre todas las cosas la lección que más atesoraré la aprendí del "chow" que tantas veces tuve que presenciar, ahora sé bailar el baile del pescado.