Me traes chocolates, ¿sí?


Aprovecho este post para comentarles que la semana que viene viajo, y no me refiero a los viajes imaginarios a Cancún con Carmen Electra que me suelo pegar en la oficina, no, me voy para Nueva York (o New York si eres aniñado), la famosa gran manzana, por cierto, ¿por qué le dicen gran manzana?
Si, me voy con mi pana El Gran Malkavian, a unas merecidas vacaciones.
Pero el tema de este post está relacionado con el asunto. Así como les informo a ustedes, he tenido que avisarle a todos mis compañeros en la oficina, universidad y amigos en general y todos me han dicho exactamente lo mismo: ¡Pero me traes chocolates!
Entonces empecé a recordar todos los viajes que han hecho amigos o conocidos míos, y me doy cuenta del factor común, los chocolates. Todos traen chocolates, todos piden chocolates, pero ¿por qué chocolates? ¿De donde salió está extraña costumbre? y ¿por qué todos piden lo mismo? ¿Por qué no caramelos o un souvenir o medias? Ok, ok medias tampoco.
Aquí hay chocolates, ¡no es necesario que alguien viaje fuera del país para que puedas comerlos! Y no es como que allá (donde sea) son más baratos, cuestan lo mismo o más, pero nunca menos. Yo pediría algo relacionado con el lugar a donde viajaste, como un llavero de una manzana si fuiste a NY o una pequeña torre Eiffel si fuiste a Vinces.

De todas formas desde el punto de vista del viajero, el chocolate facilita las cosas, 30 minutos antes de que salga el vuelo de regreso vas a una tienda y te gastas 20 dólares en chocolates y listo ya están los regalos para la familia y los amigos.

¿Me pregunto a quien se le ocurrió?