Hello: por favor no toque el monitor al leer este post que se ensucia

Ahora continuaré eso que dejé pendiente por allá por otro post, lo que pasó luego de que me di cuenta de mi estadía en el pequeño departamento. Los primeros momentos en el departamento/cajita de fosforos fueron de reposo, estaba muy cansado por el viaje y el trámite del aeropuerto (tardé dos horas en salir porque me toco la fila más lenta del mundo) así que me acosté en mi lecho de descanso asignado (el piso) y dormí. Al día siguiente me dediqué a explorar un poco más el departamento, cuidando de andar sin zapatos para no ensuciar la alfombra, tal como había dicho mi madre el día anterior (algo que me pareció curioso, pero normal). Fui a la cocina unipersonal (solo entra uno a la vez) y fue ahí donde vi el primero de muchos, eran... no se, esta vez no describiré nada, solo se los mostraré.



Si, un sticker, la dueña del departamento al parecer le gusta dejar las cosas bien claras, aunque ella no esté ahí. La verdad me pareció ingenioso el sistema y práctico, así evita problemas y nadie le daña el microondas, aunque haga quedar mal a la profesora de ortografía. (Pensé en un chiste malo realcionado con esa palabra, que involucra a una moto bien pequeña, pero mejor no lo digo).

Ok, mejor vamos por algo de aire fresco así despejo mi mente de tanto stress y empiezo a sentir las vacaciones, abramos la ventana... pero, ¿Qué es esto?




Mmm, otra notita, vaya, ahora entiendo porque debemos sacarnos los zapatos, esta señora realmente quiere que todo se cuide, bueno, está bien, imagino que alguna mala experiencia con otros inquilinos debe haberle enseñado a dejar todo bien señalado para que no haya confusiones. Ok entonces seré productivo y pondré toda esa ropa de la maleta al closet. Sorpresa, descubro dos cosas, uno, el closet es más grande que la cocina (y el baño) y dos, esto:




Ok, fíjense bien, este podría ser un mensaje normal, pero este nos devela un poco más de la perturbada personalidad de la dueña del depa, es un sencillo detalle, analicemos esta frase:

Lavar secar y doblar las sábanas (hasta ahí estamos bien) ¿en este mismo orden?

A mi me suena a obsesión, ¿realmente el orden importa? Lavar y secar, perfecto, pero... ¿el orden? Esta señora está mal si le importa tanto un detalle así, ¡Qué otras cosas habrá dejado señaladas por ahí! Esto no me relaja ni un poquito, me estoy estresando, mejor me doy un baño y me olvido del asunto por un rato. Estoy seguro que en la ducha pensaré en otras cosas...




O no.

Me alejo con miedo de la toallita de flores y mientras retrocedo me tropiezo (no hay mucho espacio en una tina ¿saben?) Con un envase, parece ser algún tipo de jabón, tiene instrucciones, literatura de baño hechémosle un vistazo.



Debí imaginármelo, esta señora es obsesiva, ¿cuantos mensajes más encontraré por ahí? ¿Cuantos me sorprenderán? ¿Cuantos me atormentarán entre sueños? Solo Dios sabe... pero yo también quiero saber así que me voy a contarlos, y veo que son demasiados como para ponerlos todos aquí, pero sepan que encontré dos en el congelador, uno en la lavadora de platos y otros más en un pequeño y olvidado closet. Pero el más perturbador de todos fue el que encontré en el santuario, en el templo de relajación (y ocasional lectura) allí donde un hombre no debe ser perturbado, sí allí. Veanlo ustedes mismos.



Que dificil, no tengo palabras para describir lo que siento al ver ese sticker de nuevo, es como hambre pero distinta... no espera, creo que es hambre, ya vuelvo voy por un sanduche.

Listo, ahora ya no es tan terrible el asunto, pero igual, es sorprendente el esfuerzo de la señora para que los inquilinos hagan practicamente nada ahí y de paso no le dañen nada, así bien chévere la man. Esos mensajitos me persiguieron toda la semana, no me gustaba leerlos, era como una profesora mala que no te dejaba hacer nada en el recreo pero sin estar ahí. ¿Qué opinan ustedes queridos lectores? Ahh, al opinar, mucho cuidado con las teclas, que después me dañan el teclado y después nadie responde por el, gracias.