El test del infierno

Es una hermosa mañana de sábado, el despertador suena a las 6:45 tal como fue programado. No, no le importa al maldecido despertador que la noche anterior me haya acostado a las 4 de la madrugada y que con dos horas y pico de sueño debía encaminarme a la looniversidad solo para dar un test psicológico obligatorio.

Ilusa yo, dije es un test, lo doy y vuelvo a mi cama, ¡pero no! entran el salón un tipo y una tipa que con voces de profesores de kinder nos avisan a los presentes que es un test que dura aproximadamente 4 horas. El tipo estoy segurísima de que era un androide, no me fije si respiraba pero cada movimiento robótico y el hecho de que mientras esperaba que la gente responda se sentase en el escritorio a organizar y casi que medir carpetas lo delató. Ella, una profesora frustrada, de esas de primaria que lanzan tizas a los niños que no escuchan, juntos eran el dúo dinámico del horror.

"Aquí donde dice Nombre, pongan el nombre y tienen dos minutos para ponerle nombre a cada una de las hojas" dice ella mientras trata de bromear fallidamente, "vienen desayunaditos se desbordan de energía" más de uno comparte mi situación chuchaquesca y siento en el aire las ganas de más de un presente de ahorcar a esa mujer.

Mientras el tipo se encargaba de poner en la pizarra las preguntas de ejemplo, con dibujitos y todo, la man en cada parte del test se detiene a explicarte que se pone una cruz en la respuesta, que efectivamente si 2+2 son 4 y esa es la opción C esa es la que debes marcar en la hoja.

Hambre, sueño, cansancio, calor y unas 500 preguntas para responder. Razonamiento verbal, mecánico, numérico y demás. El horror llegó a mi cuando la man dice que aunque no es calificado si sacas muy bajo debes repetir el test. Paulette y yo sufrimos pues en el colegio no aprendimos más que a sumar, restar y multiplicar.

El test me pedía el tanto por ciento de algún quebrado, me pedía divisiones y raíces cúbicas y yo que apenas sé multiplicar vislumbraba de nuevo el martirio de volver a esa aula. Es unaudito ante mis ojos que intenten hacernos repetir el test por algo así, hoy no sé dividir y lo más seguro es que mañana tampoco sepa y saque el mismo resultado, ¿me tendrán repitiendo eternamente el test? Para evitar problemas dejé en blanco casi el 50% de esas preguntas.

Fue la mañana de sábado más horrible de mi vida, lo llamaba a LJ a que me dé apoyo moral, me metía en mi libro mientras transcurría el tiempo reglamentario para cada sección del test y veía el reloj incansablemente para que acabe el martirio mientras se me cerraban los ojos del sueño que me embargaba.

Este es un test obligatorio, un requisito para entrar a la universidad y poder graduarte así ya sepas que vas a estudiar, así ya hayas hecho mil antes, igual tienes que hacerlo sin escapatoria. Se supone que no es calificado pero te pueden obligar a repetirlo.

Cada sección se puede resolver en 30 minutos, luego en 25 minutos, otra en 8 minutos y otra en 15 ahi no más van una hora y 18 minutos y luego la última sin tiempo o sea que la puedes acabar digamos que en 20 minutos porque tiene infinidad de preguntas es decir que en hora y media podría haber salido del martirio pero eso no es posible en la mente de los guías que alargan todo, que robóticamente arman sus carpetas y me tuvieron de rehén en su "cómo contestar un test psicológico para dummys".

En la útlima parte del test te preguntan sobre tus intereses, ¿que prefieres: escribir un artículo sobre verduras, cultivar verduras, crear un plan de marketing para vender verduras u organizar a los verduleros para que tengan un mayor rendimiento laboral? Uy sí, ¡qué complicado hacer para que me salga lo que me dé la gana! y osada la man dice que no vayamos a mentir en el test que sino nos hace repetir. Claro, como la man es adivina va a saber si mientes o no, simplemente increíble.

Esa es la triste historia del test del infierno que me tuvo fuera de mi adorada cama hasta la una de la tarde del sábado, crueldad pura; otra jodita más que nos hace nuestra querida looniversidad.