Nunca falta aquel que cuando te ve rascándote una oreja dice - Uy alguien está hablando mal de ti. O una abuelita que te dice mientras te limpias caca de perro del zapato que eso significa que vas a recibir dinero. Yo me pregunto ¿qué demonios tiene que ver la mierda con la plata? ¿Acaso nuestras orejas tienen un alcance magnifico fuera de nuestro razonamiento que las hace captar las palabras de alguna chismosa y muestran su resentimiento poniéndose rojas?
Cuando algo nos sale mal decimos que estamos "salados" lo cual también creo viene de la creencia de que si riegas sal te persigue la mala suerte y ni meternos en el tema de la mala suerte porque lo de los espejos rotos, los gatos negros y pasar debajo de las escaleras también son parte del numeroso grupo de supersticiones que hasta ahora se afirman como ciertas en la mente de muchos ciudadanos de esta "regenerada" urbe.
Pero son eso, supersticiones, es decir no existe una base real que las consolide como aspectos dignos de nuestra atención o de nuestra preocupación, digo, si se me riega la sal la limpio y punto. Entonces, si no tenemos una base lógica ¿por qué seguimos creyendo tal vez inconscientemente en las supersticiones?
Tal vez es por mera costumbre, porque llevamos tanto tiempo haciéndolo u oyéndolo que nos da lo mismo.
Cuando era niña mi mamá y mi abuelita me enseñaron que cuando se pasa delante de una iglesia o cementerio hay que persignarse. Inclusive ya cuando mi abuelita estaba muy viejita y no podía ver bien se persignaba cada vez que yo lo hacia en el carro sin ver si había o no una iglesia sino por simple costumbre.
Sé que no volveré a perder 3 segundos de mi vida santiguándome pero sigo preguntándome porqué cuando alguien estornuda decimos -Salud. No me molestan las supersticiones al punto de hacer una campaña para olvidarnos de ellas pero me muero de la curiosidad de saber de dónde nacen, y cuántas y cuales existen dentro de la dimensión desconocida, perdón dentro de nuestro lindo país.
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