Digamos que esto es obra del destino. Ya no quedan dudas al respecto, el viaje más importante de mi vida está por comenzar a pesar de la conciencia de que no estoy lista, pero luego, ¿realmente quién lo está?
Adelantaste tu llegada, pero eres bienvenido, tan bienvenido como puedes ser a un mundo que me ha lastimado de diversas formas, pero el mismo que también me ha brindado las más grandes alegrías, alegrías como esta que traen confusión entre sueños, entre planes, entre un futuro ausente de soledad en el cual hay que estar preparada para ser la fuerza y el temple que hacen falta para salir adelante. Me da sonrisa y me da más que nada miedo, un miedo infinito que viene con la certeza de que tus deditos se aferrarán a mi mano, esos mismos deditos que tal vez hoy ni siquiera están formados.
Lo temía desde hace semanas, evitando el alcohol dizque por la dieta, portándome bien y teniendo solo la duda para recubrirme de certezas, certezas como que es posible que hasta eso que todas las posibilidades te dicen que es imposible pueda pasar.
Estarás bien, estoy para cuidarte, estoy para detener a las fieras, darle codazos a los infames y cantarte por las noches con ese tono dizque afinado que a veces me sale, nunca te faltará con quien jugar de seguro, tanto en casa como fuera, no tienes ni pelo todavía pero ya se me ocurren amigos para tí, una princesa y un niño con nombre de cantante.
Esta es una alegría confundida, esta es la revelación de la naturaleza real de la humanidad más humana, de la capacidad que tenemos de hacer y ser milagros, esta es la confirmación de que ya no soy una niña, la sonrisa infinita y el miedo a cuestas, la responsabilidad entre las lágrimas, los abrazos estrujados y las palabras de esperanza: "todo va a estar bien".
Faltan meses para tu llegada, pero ven con confianza, has sido libre de escogerme, te esperamos con los brazos abiertos, llega con la certidumbre de que el mundo podrá ser un lugar complicado pero hermoso, más que nada un lugar entre nosotros al fin, aquí donde al menos amor hay de sobra para ti.
Adelantaste tu llegada, pero eres bienvenido, tan bienvenido como puedes ser a un mundo que me ha lastimado de diversas formas, pero el mismo que también me ha brindado las más grandes alegrías, alegrías como esta que traen confusión entre sueños, entre planes, entre un futuro ausente de soledad en el cual hay que estar preparada para ser la fuerza y el temple que hacen falta para salir adelante. Me da sonrisa y me da más que nada miedo, un miedo infinito que viene con la certeza de que tus deditos se aferrarán a mi mano, esos mismos deditos que tal vez hoy ni siquiera están formados.
Lo temía desde hace semanas, evitando el alcohol dizque por la dieta, portándome bien y teniendo solo la duda para recubrirme de certezas, certezas como que es posible que hasta eso que todas las posibilidades te dicen que es imposible pueda pasar.
Estarás bien, estoy para cuidarte, estoy para detener a las fieras, darle codazos a los infames y cantarte por las noches con ese tono dizque afinado que a veces me sale, nunca te faltará con quien jugar de seguro, tanto en casa como fuera, no tienes ni pelo todavía pero ya se me ocurren amigos para tí, una princesa y un niño con nombre de cantante.
Esta es una alegría confundida, esta es la revelación de la naturaleza real de la humanidad más humana, de la capacidad que tenemos de hacer y ser milagros, esta es la confirmación de que ya no soy una niña, la sonrisa infinita y el miedo a cuestas, la responsabilidad entre las lágrimas, los abrazos estrujados y las palabras de esperanza: "todo va a estar bien".
Faltan meses para tu llegada, pero ven con confianza, has sido libre de escogerme, te esperamos con los brazos abiertos, llega con la certidumbre de que el mundo podrá ser un lugar complicado pero hermoso, más que nada un lugar entre nosotros al fin, aquí donde al menos amor hay de sobra para ti.
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