Producto bueno, producto malo

La novelería de la que padezco (contagiada por Sexy Sadie) fue la que me obligó a comprar el cepillito ese en cuanto lo vi. Siempre quise tener uno, y costaba sólo 5 dólares, siempre me los imaginé carísimos y por eso nunca busqué uno. Además estaba ahí para gastarme 50 dólares de una vieja tarjeta de bono navideño que había guardado el año pasado y que expiraba al día siguiente. Así que, cepillo de dientes eléctrico, ¡al carrito!

Nunca había experimentado tal efecto en mi boca, fue algo sublime, sorprendente, limpieza extrema con el menor esfuerzo posible, yo sólo lo movía y el cepillito hacía el resto, jamás había sentido la boca tan limpia. Desde ese día me enamoré del cepillito y ahora lo uso siempre, me ahorra mucho tiempo al cepillarme y siempre lo hago bien (no como cuando uno era niño y se cepillaba medio mal y al apuro porque lo obligaban).

Claro, ya que había tomado semejante riesgo en mi vida, decidí seguir con esa racha de vivir como un loco espontáneo y me la jugué con otro implemento de limpieza, esta vez, con una esponjita para bañarse, o debería llamarla por su nombre completo, LA ESPONJITA DIABÓLICA DEL INFIERNO para niños TM, un horrible implemento de tortura para bebés, que causa terrible dolor y la sensación de que tu piel se quema con la gasolina más potente del mundo.

LA ESPONJITA DIABÓLICA DEL INFIERNO para niños TM cuenta con 2 lados, el lado que duele y el lado que duele más. El primero es amarillo y parece inofensivo hasta que sin sospechar lo que te espera, decides frotarlo contra tu piel y experimentas el dolor que sólo la ESPONJITA DIABÓLICA DEL INFIERNO para niños TM te puede propinar. El otro lado, ohh... el otro lado, ese es el peor, ya que te engaña con los dibujitos de patitos y otras cosas alegres que desvian tu mente de lo que vendrá.

Son salvajes, porque la ESPONJITA DIABÓLICA DEL INFIERNO para niños TM es para niños pequeños, por lo que ellos no podrán quejarse del dolor, sólo podrán gritar y llorar y los padres engañados pensarán que al pobre niño no le gusta bañarse.

Cuido mucho mi cepillito, y cada vez que veo la ESPONJITA DIABÓLICA DEL INFIERNO para niños TM, la lanzo y la golpeo, ya que botarla sería demasiado fácil para ella, la maldita tiene que sufrir.