Obsesiones

Nada puede ser tibio, las cosas que me fascinan me arrastran con ellas sin darme la oportunidad de despedirme del resto. Obsesiones de las buenas no psicópatas, esas obsesiones con objetos, datos, juegos y demás, eso que hace que a veces la gente que me conoce me diga que para todo soy pasionista.

Pero, hurgo en espacios internos y trato de verme bien y no encuentro lo condenable en precipitarme con la emoción de una niña hacia las cosas que me gustan. A veces me he pensado hedonista y necia ¿y qué?

Hay cosas en este mundo que vale la pena repetir, como una buena torta de chocolate. Mi obsesión actual son los videojuegos por ejemplo y es que no puede ser uno solo, es por etapas, y en cada etapa mi actividad de fin de semana se centra únicamente en eso que he elegido para obsesionarme.

Meses enteros de jugar rol, meses enteros de obsesionarme con Magic, otro mes que me dediqué a hacer tortas y luego a jugar Zelda, unos meses hecha la poeta y así, cada vez algo nuevo que me gusta lo adopto en mi cotidianidad y me embalo como una Sexy Sadie en la fábrica de Willy Wonka.

Creo que en todos existe esa capacidad de obsesionarse, ese derecho a repetir lo que nos hace sentir bien.Yo soy de las que piensa que no hay que privarse de las cosas buenas de la vida.

Estoy segura de que muchos de ustedes alguna vez, coleccionaron, jugaron o se enviciaron con algo. Aunque hoy después de varios años me avergüence un poco admitir que coleccionaba e intercambiaba stickers en la primaria no me avergüenzo de dejarme llevar muchas veces por lo que me dicta el corazón, la panza o las emociones. Cierto, mucho instinto y poca razón suena a la mezcla para el caos pero creo que a veces es posible salirse con la suya.

¿Cuales fueron o son tus obsesiones más intensas?