Ofertas

Cuando era niño veía a Vilma y a Betty irse de compras y regresar con los brazos llenos de fundas y cajas. También había otros programas que mostraban lo mismo, a la mujer de la casa abusando de la tarjeta del marido, aprovechando la oferta de ropa verano en pleno invierno. También hace poco leí a Pepita diciéndole a un Lorenzo cargado de paquetes "cuanto se habían ahorrado al ir de compras".

Si eres hombre y no eres gay estoy seguro que alguna vez tuviste que pasar por el tedio, la tortura, el increíble sufrimiento de ir de compras con tu novia/esposa/hermana/mamá. Si, yo sé que suena a estereotipo, pero yo solo escribo lo que he vivido y hasta ahora no he conocido a una sola mujer que, al igual que muchos hombres, compre lo primero que vea que le sirva y no se detenga a ver las otras 10.000 opciones posibles.

Es que las ofertas son irresistibles para ellas, por ejemplo, ayer Sadie y yo fuimos al cine, yo no quería nada así que no compré nada de comer, pero al rato Sadie me dice que tiene ganas de canguil, que ella misma lo va a comprar. Le comento que vi un combo que te daban canguil y cola grande por 5.15, y le doy 6 dólares. Al rato regresa con 2 canguiles grandes y 2 colas medianas...

-¿Qué pasó?
- ¿Es que el combo que tu me dijiste costaba 5.15 y solo me daban un canguil grande y una cola grande, y yo vi otro que costaba 5.80 pero me daban otro canguil y dos bebidas, todo eso por solo 65 centavos más
- Pero no necesitamos tanto
- ¡Pero si nos ahorramos dinero!
- Yo no quiero una funda grande de canguil, es más ni siquiera quiero comer canguil, la que lo quiere eres tú, y no te podrás acabar las dos fundas.
- ........

Al final ella no llegó ni a la mitad de su funda, y yo termine comiendo canguil porque no podía quedarme tranquilo si dejaba todo ese canguil ahí botado. Mi punto en todo esto es que, no es una oferta si no lo necesitas, así de simple.

Pero no es tan simple para mi mamá. El fin de semana pasado adquirió una almohada, individuales con diseños de pececitos, y 3 cucharones para arroz, todos por el simple hecho de estar en oferta. "¡Es que no podemos perder esta oportunidad!"

- Mi mamá necesita zapatos rojos -dijo Sadie
- Ok, vamos a comprarlos, ¡ah mira! ahí hay unos
- No esos no, otros
- ¿Qué tal esos de allá?
- Tampoco
- ¿Por qué no?
- No se, no me gustan, mira caminemos por acá, a ver que hay...
30 minutos después
- ¡Sadie, ya no puedo más! Me duelen los pies, ya hemos recorrido todo el lugar, estamos rodeados de zapatos rojos, ¡¿Por qué no puedes coger cualquier par?!
- Ay pero si recién empezamos...
- Anda tu yo te espero aquí
Otros 30 minutos después
- Listo, ya los compré, ahora por el cinturón...
- ¡Ah no! ¡NOS VAMOS!
- ya, bueno...
- ¿Oye esos no son los primeros zapatos que vimos?
- .........

Las compras navideñas reforzaron ese miedo que yo sentía cada vez que mi mamá me pedía que la acompañe a comprar. Hay momentos en que te puedes zafar, pero otros en que si tu papá se hunde (por ser el que firma en la tarjeta) tú te hundes con él.

- Escogemos algo para tus hermanas y salimos rapidito ya verás
- Bueno mamá, igual hasta mientras iré un rato a la librería ¿Está bien?
- Si pero no te demores que salimos rápido
- Ok
Me quedé metido en un libro, cuando me di cuenta habían pasado 30 minutos, fui corriendo a la tienda...
- ¿Siguen aquí? ¿En la misma tienda?
- Sí, ya escogimos una falda para tu hermana, ahora le falta un pantalón y luego seguimos con tu otra hermana
- Uy, ¿Y mi papá?
- Afuera sentado
Salgo
- Y que tal, ¿Qué hay de nuevo?
- Nada, aquí esperando a tu mamá
- Ah...
57 minutos, 2 empanadas y 3 cafés después
- Y que tal, ¿Qué hay de nuevo?
- Nada, aquí esperando...
- ......

Los hombres en cambio somos muy distintos para comprar. Necesito algo, lo busco, lo encuentro, lo compro, listo, así de sencillo. El último jean me lo compré en 3 minutos, incluido el tiempo de ir al probador y ver si me quedaba bien, y eso lo hice porque Sadie me insistió, si de mi hubiera dependido, 1 minuto y medio era todo.

- Buenas, ¿Cuanto cuesta ese?
- 10 dólares
- Ok, déme ese
- ¿Pero no quiere ver otros modelos?
- Déme ese
- ¿No se lo quiere probar?
- Déme ese
- Hay también en negro y gris si desea...
- Déme ese
- Si se lo lleva con ese de allá le sale el segundo a mitad de precio aproveche la oferta..
- No gracias
- Entonces... ¿Quiere solo ese?
- Que perceptiva
- .......

Yo amo a las mujeres de mi vida, me han enseñado mucho y les agradezco el haberme criado no-machista (algo muy difícil acá en Ecuador), pero definitivamente no se puede salir de compras con ellas. No se cual es la extraña conexión entre las mujeres y las compras, debe ser casi tan mística como con los hombres y el fútbol (y eso que a mi no me gusta mucho). De todas formas debo aplaudirlas, porque tienen la fuerza para permanecer de pie, caminar de un lado a otro, mirar prenda por prenda, probarse todo lo de la tienda y salir sin comprar nada, todo esto durante horas sin cansarse. Y uno tan torpe para comprarse un jean que, por no probárselo bien, terminó quedándole apretado.