El futuro de la clonación está edificado bajo las bases de los diversos usos médicos que se podrían lograr. Pero imagínense las otras locuras que se podrían hacer; olvidémonos por un momento de la ética e imaginemos por ejemplo que podemos clonar a alguien importante digamos que a Jimmi Hendrix ¿qué pasaría? Obviamente no viviría en la misma época, ni tendría la misma vida ni las mismas historias que moldearon su carácter pero tal vez tendría el mismo talento con una guitarra en sus manos. Si hay recuerdos que se pueden transmitir genéticamente, habilidades como esa vendrían incluidas en el paquete.
Ahora, siendo ya bien mala gentes, pero recordando que esto es pura imaginación y que sí hoy los realitys pueden ser tan antiéticos en un futuro podrían serlo mil veces más, digamos que hacemos nuevamente el clon de un artista, qué sé yo, digamos que lo clonamos a Elvis y luego a lo Truman Show vemos un reality en el cual este clon sin saber que está siendo monitoreado revive las situaciones que le ocurrieron a su original y vemos qué mismo ocurre. Toda una locura.
También se podrían hacer muchos experimentos sociológicos teniendo dos clones de la misma persona y criándolos en condiciones distintas para ver qué cosas de la personalidad son innatas y cuántas son producto de su desarrollo, resolviendo así el problema gnoseológico de la filosofía, oh vaya.
Sin pensar en lo inhumano que es crear a un ser sólo para estudiarlo en su desarrollo social habría varios clones célebres, no sé ustedes pero a mi si me gustaría ver a Eugenio Espejo vivo por ejemplo.
Ahora, siendo ya bien mala gentes, pero recordando que esto es pura imaginación y que sí hoy los realitys pueden ser tan antiéticos en un futuro podrían serlo mil veces más, digamos que hacemos nuevamente el clon de un artista, qué sé yo, digamos que lo clonamos a Elvis y luego a lo Truman Show vemos un reality en el cual este clon sin saber que está siendo monitoreado revive las situaciones que le ocurrieron a su original y vemos qué mismo ocurre. Toda una locura.
También se podrían hacer muchos experimentos sociológicos teniendo dos clones de la misma persona y criándolos en condiciones distintas para ver qué cosas de la personalidad son innatas y cuántas son producto de su desarrollo, resolviendo así el problema gnoseológico de la filosofía, oh vaya.
Sin pensar en lo inhumano que es crear a un ser sólo para estudiarlo en su desarrollo social habría varios clones célebres, no sé ustedes pero a mi si me gustaría ver a Eugenio Espejo vivo por ejemplo.
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