De la Libertad Cínica (III)

Me quedé pensando en cuanto a lo de las necesidades comunes del pueblo, creo que se me quedaron unas fuera: la seguridad y el servicio de administración de justicia. Que justamente son las más difíciles de solventar, o sea, si existen las que mencioné anteriormente (alimentación, salud, empleo y educación) no significa que no va a haber delito, delincuentes o simplemente desadaptados que no juegan con las normas aplicables a todos. Entonces se necesita la seguridad, se necesita que haya quien vigile que no atropellen los derechos del más débil, entonces también se necesita de la administración de justicia, para que aquellos que "se portaron mal", o reciban su castigo, o sean rehabilitados. Esto último puede ser medio controversial, así que me tomaré el siguiente párrafo exclusivamente para ello.
En cuanto al castigo o rehabilitación de los "delincuentes". Primero parafraseo la definición más honesta que he podido encontrar de delincuente, "sujeto cuya conducta, sea habitual o excepcional, es considerada por el resto de la sociedad, como algo reprochable y digno de castigo". Así veremos que no necesariamente todo al que llamamos delincuente es un ser maligno con natural o adquirida habilidad o instinto de hacer daño a otros, tal vez puede ser sujetos que buscan beneficiarse con desmedida avaricia, o alguno que no tiene cómo más sustentar a los suyos y sustrae por necesidad. Lo controversial es sobre lo del castigo o rehabilitación, que no podemos decir que es lo mismo, si se recibe un castigo puede no aprender nada de la experiencia y reincidir, pero la rehabilitación es un juego mucho más complicado, pues toca convencer al delincuente de que lo que está haciendo no está aceptado en la sociedad, o peor aún cuando están plenamente concientes de eso y lo que se necesita es reeducarlo para que comprenda porqué tiene que seguir las normas de la sociedad.