Quito: Inquietantes alturas

No se porque lo sigo haciendo. Tal vez sea porque el resto lo dice con tanta convicción que yo espero que sea verdad, tal vez porque suena cierto y bastante lógico o de pronto solo quiero probar algo, el asunto es que sigo insistiendo y no veo mejoría, me da pena admitirlo pero al parecer la televisión se equivocó. Tus miedos NO se van si los enfrentas.

Me explico, como sabrán si es que han leído, recientemente decidimos utilizar ese valioso tiempo libre que nos dio la siempre fantástica y oportuna fundación de Guayaquil para celebrar a la ciudad como se merece... pero en Quito. Entre las distintas aventuras en la capital (ya vendrán más historias) decidimos ir al punto turístico de moda, ya que nosotros somos los reyes de la moda y siempre estamos donde esta la gente "cool" (no quería indicar claramente que era sarcasmo, pero la idea de que no se den cuenta me asusta) así que fuimos al teleférico.

Que, ¿Pensabas que era un tren?

No es la primera vez que hablo de esto, y aunque siempre me digo a mi mismo que no, al final me dejo llevar por el rush de valentía. Así que decidimos hacer la fila de dos horas, que en realidad no era fila para nada y después de mucho trámite logramos el tan esperado encuentro con la pequeña cápsula metálica que cuelga únicamente de un cable que se encuentra a 4000 metros de altura.
¡Glup!

Llegaron los pensamientos fatalistas, los cuales combinados con el conocimiento de física crearon una terrorífica película mental que prefiero no contar completa pero que incluía 10 minutos de caídas y vueltas "non-stop" y un tipo gritando desesperadamente como un niña (eh... no necesariamente yo).
Agarrado de los filos como gato de caricatura observaba como el piso se alejaba, junto a mi valentía y entusiasmo, los cuales se bajaron a última hora dizque a ir al baño y a comer algo.

Eso blanco es Quito

Si observan en la foto de arriba notarán un poste "sostenedor de cable" incrustado en la montaña, hay aproximadamente 15 de estos amigos verticales y cuando pasamos por cada uno de ellos la cápsula metálica (que yo bauticé como Discovery II) hacía un extraño e inquietante sonido que yo claramente entendía como un "aguanta que me caigo" (aunque no le dije nada a nadie para no asustarlos) y además se tambaleaba peligrosamente recordándome ese momento en la infancia, cuando algún creativo compañero decidía hacer esa tan ingeniosa broma que consistía en empujarte, agarrarte antes de que caigas y luego decir de manera rápida y lleno de orgullo por la broma bien realizada un: "¡Si no te cojo, te caes!"
Descubrí que ver a través de la cámara era relajante asi que me puse a tomar fotos como turista chino hasta que después de 6-8 minutos llegamos a la cima de la montaña y yo reprimí mis deseos de besar el piso y baje aparentando tranquilidad y "temple".

La prueba de Benito

Arriba junto a Sadie, la estoy abrazando no por afecto sino por miedo a caerme (pero ella no sabe eso así que no le digan que después me arma relajo). Aquí encontrarán un sendero largo y terroso, apto para los de grandes pulmones y con espíritu aventurero y explorador. Tengo entendido que por ese sendero, Blue Meanie y Poisonito decidieron comer sushi y sacarse la camiseta, lo que no se es quien hizo que.

Me paré en el filo, miré hacía abajo y me di cuenta que estaba muy alto, y estaba seguro, pensé que tal vez las cosas habían cambiado, que tal vez me podría ver a mi mismo como un rey que ha conquistado la montaña de sus miedos, que finalmente puede mirar hacia abajo y escupirle a la altura (o al que pase), ser libre de cualquier miedo y vanagloriarme de mi valentía y capacidad de enfrentar cualquier situación por más dificil que parezca, ¡Dejaría mis miedos arriba!

O No, creo que no.

Y así, después de un rato de dar vueltas y tiritar de frío decidimos bajar, incluyendo a mis miedos, los cuales decidieron no quedarse arriba, ya que les pareció que hacía demasiado frío y era demasiado alto.

OJO: Click a las fotos para verlas más grandes.