Se acabó todo mi rosa, lo lamento, pero ya no tengo más ilusiones que compartir con ustedes. Mi agradecimiento es infinto para quienes dieron un espacio en sus días para mis palabras. Ahora es la hora de retirarme a la espera de no marchitar. Es posible tal vez que cuando la luna vuelva a iluminar mis noches regrese alguna ilusión traviesa, pero sinceramente para que eso suceda deberá pasar mucho tiempo.
Adios y gracias.
Soy una vela encendida en la oscuridad...¡qué alguien sople!
|