Sí sí, es cierto soy toda una niña, hay animales de peluche en mi closet, poseo accesorios de color rosado y me emociono con imágenes de cachorritos. Pero todo, todo tiene un límite.
Hace poco llegaron a mis manos invitaciones para dos distintos baby showers, normalmente me haría la loca y listo, pero no esta vez, puesto que las dos futuras madres fueron mis mejores amigas dentro de esa jungla social que era mi colegio, y eso merece algún respeto.
La torta decorada, la cigueña de cartón en la pared y en general el ambiente "tierno y femenino" no son cosas que vayan conmigo. Pero una quiere a sus amigas y va, y juega y se lleva un premio y se come los bocaditos y se pone al día con las cosas de su vida.
Pero honestamente, ¿alguien disfruta de este tipo de eventos? Algo de una reunión ideada para miembros del sexo femenino en todo su estereotipo no me cuadra, a pesar de que ahora la mentalidad está cambiando y se está tratando de cambiar este estereotipo mediante la realización de baby showers mixtos aunque eso no cambiará el hecho de que todo sea con el ambiente temático de bebés por todos lados.
Y a mi me gustan los bebés, pero los de verdad. Y me gusta ganar en juegos, siempre y cuando no sea en ese juego inhumano de comerse las compotas de vegetales, la persona que se inventó ese juego estaba mal de la cabeza y debería ir a sugerirlo para la guerra de los sexos o algún programa parecido porque me parece la cosa más maldita que le puedes hacer a alguien. Al menos el bebé no ha probado comida antes y no sabe que eso sabe feo porque no tiene un referente alimenticio pero que a alguien de grande le vengan a querer meter compota de quién sabe qué para ver si te llevas un portarretrato como que no me suena muy justo.
El juego que es chévere es el de la cerveza en el biberón, porque la cerveza es algo rico y supongo que la pobre señora que concursó debe haber cambiado su perspectiva de la reunión por alguna más entretenida, ahora que si me dicen que la cerveza no está helada este concurso vuelve al mismo nivel de crueldad que el de las compotas.
El punto es que no comprendo bien esto de los baby showers, no me agradan éstos ni las despedidas de soltera, ni ningún evento similar. Tal vez soy una antisocial pero presenciar que otros coman compotas desagradables solo puedo hacerlo por grandes, verdaderamente grandes amigas.
Hace poco llegaron a mis manos invitaciones para dos distintos baby showers, normalmente me haría la loca y listo, pero no esta vez, puesto que las dos futuras madres fueron mis mejores amigas dentro de esa jungla social que era mi colegio, y eso merece algún respeto.
La torta decorada, la cigueña de cartón en la pared y en general el ambiente "tierno y femenino" no son cosas que vayan conmigo. Pero una quiere a sus amigas y va, y juega y se lleva un premio y se come los bocaditos y se pone al día con las cosas de su vida.
Pero honestamente, ¿alguien disfruta de este tipo de eventos? Algo de una reunión ideada para miembros del sexo femenino en todo su estereotipo no me cuadra, a pesar de que ahora la mentalidad está cambiando y se está tratando de cambiar este estereotipo mediante la realización de baby showers mixtos aunque eso no cambiará el hecho de que todo sea con el ambiente temático de bebés por todos lados.
Y a mi me gustan los bebés, pero los de verdad. Y me gusta ganar en juegos, siempre y cuando no sea en ese juego inhumano de comerse las compotas de vegetales, la persona que se inventó ese juego estaba mal de la cabeza y debería ir a sugerirlo para la guerra de los sexos o algún programa parecido porque me parece la cosa más maldita que le puedes hacer a alguien. Al menos el bebé no ha probado comida antes y no sabe que eso sabe feo porque no tiene un referente alimenticio pero que a alguien de grande le vengan a querer meter compota de quién sabe qué para ver si te llevas un portarretrato como que no me suena muy justo.
El juego que es chévere es el de la cerveza en el biberón, porque la cerveza es algo rico y supongo que la pobre señora que concursó debe haber cambiado su perspectiva de la reunión por alguna más entretenida, ahora que si me dicen que la cerveza no está helada este concurso vuelve al mismo nivel de crueldad que el de las compotas.
El punto es que no comprendo bien esto de los baby showers, no me agradan éstos ni las despedidas de soltera, ni ningún evento similar. Tal vez soy una antisocial pero presenciar que otros coman compotas desagradables solo puedo hacerlo por grandes, verdaderamente grandes amigas.
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