Las histéricas somos lo máximo

Las mujeres somos todas en mayor o menor medida unas histéricas. Un grupo de seres humanos excepcionales, cuyas excepcionalidades pueden ser tanto positivas como negativas. No cabría en la racionalidad humana como lógico que una persona se cabree con otra por tonterías pero sucede todos los días, de pronto si las circunstancias no son favorables si hace mucho calor o mucho frío, si nos sentimos guapas o feas, si estamos sudadas o con hambre, si pasa cualquier cosa que descuadre nuestro estado "de control" la lógica se va al carajo y pobre del que se atreva a molestarnos en ese preciso estresante momento porque las paga todas, las que hizo y las que no.

Cuando la racionalidad se me cae al piso sé que es muchas veces debido a algún sentimiento amplificado, extraño que a los hombres esto casi no les pasa. Creo honestamente que las mujeres estamos diseñadas para sentir más y a pesar de que hemos aprendido a dominar la técnica de pensar en lo que sentimos, a veces, más seguido de lo que creemos factores externos se nos roban el control y solo una vez que se ha detenido el huracán nos sentamos a decir: - ¡Uy no era para tanto!

Algunas mantienen su punto, firmes mujeres, otras como yo se arrepienten de sus palabras/dagas.

Si bien es cierto que puedo perder el control por pendejadas también es cierto que puedo hacer cosas extraordinarias por amor. ¿Estamos concientes del potencial sentimental que habita en nosotras y que puede convertirse en el motor necesario para lograr cosas inimaginables? Acepto mi falla cuando dejo que las pequeñas cosas me afecten pero prefiero equivocarme en cosas de magnitudes tan simples y saber que cuando las decisiones que realmente importen deban salir de mi corazón estaré lista para sentir en lugar de pensar pues puedo ser una mente brillante con una corazón inmenso y seguir funcionando como mujer apasionada sin dejar de ser por un instante quien me gusta ser.

Tal vez solo soy yo la histérica, yo, la que siente todo tanto pero está bien lo prefiero así. La ventaja de vivir con un corazón sensible es que aunque la tristeza nos desmorone la felicidad también exacerbada por nuestro corazón (o nuestras hormonas lo mismo da) nos llena de emoción hasta el último rincón de nuestro cuerpo. Sé que estoy viva porque soy capaz de sentir toda mi humanidad cada vez que sonrío y cada vez que lloro también.

Las histéricas
Liliana Felipe


Las histéricas somos lo máximo!
Extraviadas, vouyeristas, seductoras, compulsivas
finas divas arrojadas al diván de Freud y de Lacan.
Ay! Segismundo, cuánta vanidad!
infantiloide y malsano el orgasmo clitoriano?
Ay! Segismundo, cuánta vaginalidad,
el orgasmo clitoriano se te escapa de la mano.
Ay! Segismundo de tan macho ya no encaja
no me digas que el placer es pura paja.
Por lo demás correspondo a tus teorías
estoy llena de manías, sueños, fobias y obsesiones,
sólo tu envidia del pene y el diván de tus eunucos
administra mis pulsiones compulsivas.
Cómo me duele este mundo, Segismundo
la parálisis, la envidia, la neurosis nos gobierna
como me duelen los pobres, como jode la miseria,
ora si que lo de menos es la histeria.
Ay! Segismundo, ...
Las histéricas somos lo máximo!
Solidarias, fabulosas, planetarias, amorosas
super egos moderados, cunnilinguos para todas a placer...
Ay! Segismundo, cuánta vanidad!
Ay! Segismundo, cuánta vaginalidad,
Ay! Segismundo de tan macho ya no se
si poner punto final, o ponerle punto G.