Ya van cuatro años de universidad. No todas mis decisiones han sido las mejores durante mi vida pero me apego a mis errores para tratar de aprender de ellos. Me gusta mi carrera pero debo admitir que cuando decidí estudiarla no tenía claro que es lo que quería hacer con mi vida, aún ahora no está todo definido. Ese día pensé: aquí veré teatro, narrativa y producción, ésta será mi opción.
Creo que es incorrecto salir del colegio y escoger carrera inmediatamente, podría haberme topado con algo que no despierte mi interés y dejarlo botado a medio camino, supongo que tuve suerte.
Primer semestre: todo es nuevo, la gente, las materias; los horarios son horribles y nunca faltaba el profesor que me tratara de joder la vida. Mi profe de matemáticas me quitó el exámen final, él man veía como yo no entraba a la clase y me quedaba afuera conversando con un flaco por ahí, no pudo dejarme, mis notas eran muy buenas.
Pasé de ser una escolta de bandera a una niña promedio y qué bien que se siente darle esa responsabilidad de buena alumna a otro grupo de niñas. Luego en mi segundo año el amor hizo más difícil el balance, me escapaba de clases para quedarme con LJ por las mañanas.
Debo aceptar que he conocido a gente excepcional y que he aprendido muchas cosas como por ejemplo como pasar una materia casi sin asistir a ella y como es posible crear algo bueno cuando te rodeas de personas pilas con un gusto estético similar.
Pero son cuatro años de preocupaciones y ocupaciones, un año entero de brincar de la tele a la radio a la revista o al diario, y hoy que ya parece que culmina las áreas burocráticas me siguen haciendo difícil la graduación. Ahora resulta que por no pagar a tiempo las pensiones nos han borrado a muchos las notas del primer parcial, solo pasas dando el supletorio o mediante un trámite que haga valer la nota de ese parcial como supletorio.
Me falta ver una materia que podría abrirse pronto pero nadie sabe nada y las personas que saben están de vacaciones. Llamo a tesoreria para saldar cuentas pero me cierran el teléfono y nadie parece poder ayudarme.
Después del incidente con la revista constaté que por muchas materias y notas que tengamos la universidad solo actua en función de la universidad, sus intereses son siempre primordiales, su dinero y su imagen. Es cierto soy una niña muy despistada, a veces me olvido de que tengo clases o de que tengo trabajos importantes pero estoy ahí a cada paso buscando algo más de conocimiento, algo más de perfeccionamiento y creo que merezco más luego de aguantar el camino que he recorrido.
No sé qué haré con mis notas borradas ni con Teología 2 la venganza, pero hablaré con todos los que quieran oirme para procurar graduarme lo antes posible.
La pasé bien, pero creo que ya es hora de teminar el ciclo universitario.
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