A ver, hace pocos minutos mientras veía "En contacto" de Ecuavisa (no se porque lo hago, creo que me gusta castigarme un poco por todo lo bueno que tengo en la vida) y empieza un segmento(?) donde un tipo que se parecía mucho a Arcades Ambo se dedica a tratar de cortar el cabello a un par de niños que originalmente eran tres pero según el peluquero "uno se escapó". El primero niño, el más pequeño, movía su cabeza impacientemente hasta que el peluquero lo agarró del mate (así se sintió la acción) y le dio un tatequieto visual al cual el niño obedeció. Mientras el peluquero explicaba un poco de cosas que solo le interesarían a tu madre (en serio), Ursula Strenge interrumpía, al más puro estilo de la televisión nacional, de vez en cuando y repetía lo ya dicho. Todo bien hasta ahí.
Pero de pronto, el otro niño, el hermano mayor que podría tener 9 años, se descubre a si mismo en la toma en el monitor que tienen en los estudios de tv y su risa incontenible rápidamente se transforma en muecas. Empieza a sacar la lengua, primero tranquilo y luego salvajemente (¡Si, salvajemente!). No podía creer la falta de educación del pelado, o por lo menos imaginarme la vergüenza de los padres al ver que su hijo escogido de modelo de tv, haciendo piruetas y sacando la lengua mientras movía la cabeza todo esto con un peluquero algo molesto y con una tijera en la mano que de seguro pensaba lo mismo que yo.
Ya para el final del segmento el asunto era una locura y aunque el camarógrafo trataba de ocultarlo, el niño ya había descubierto todo el potencial de su lengua y trataba de usar sus poderes lingüísticos para conquistar el mundo. Yo sentí este terrible deseo de decir esa frase tan común de nuestra infancia "Muchachito e' mierda ¡Carajo! ¡Ya quédate quieto!". No me malinterpreten, yo creo que los niños deben jugar y divertirse, pero también creo que los niños deben saber cuando no es momento de hacerlo, y no decidir por ellos mismos cual es el mejor momento para hacer gimnasia lingual. Ahora todo a muchos les puede parecer tierno y lindo, yo veía un niño malcriado pero bueno, lo mejor vino al final, cuando el niño más pequeño dice algo y Ursula Strenge le acerca el micrófono como pidiendo que le repita, el niño dijo:
"Mi ñaño se tiró un pedo"
A lo que Strenge responde:
"Por acá no ha llegado todavía"
Y ahí me vine a quejar con ustedes. ¿Si ven? ¿No soy yo verdad? ¿Debo esperar más de la televisión? Mejor me voy, antes de que llegue por acá.
Pero de pronto, el otro niño, el hermano mayor que podría tener 9 años, se descubre a si mismo en la toma en el monitor que tienen en los estudios de tv y su risa incontenible rápidamente se transforma en muecas. Empieza a sacar la lengua, primero tranquilo y luego salvajemente (¡Si, salvajemente!). No podía creer la falta de educación del pelado, o por lo menos imaginarme la vergüenza de los padres al ver que su hijo escogido de modelo de tv, haciendo piruetas y sacando la lengua mientras movía la cabeza todo esto con un peluquero algo molesto y con una tijera en la mano que de seguro pensaba lo mismo que yo.
Ya para el final del segmento el asunto era una locura y aunque el camarógrafo trataba de ocultarlo, el niño ya había descubierto todo el potencial de su lengua y trataba de usar sus poderes lingüísticos para conquistar el mundo. Yo sentí este terrible deseo de decir esa frase tan común de nuestra infancia "Muchachito e' mierda ¡Carajo! ¡Ya quédate quieto!". No me malinterpreten, yo creo que los niños deben jugar y divertirse, pero también creo que los niños deben saber cuando no es momento de hacerlo, y no decidir por ellos mismos cual es el mejor momento para hacer gimnasia lingual. Ahora todo a muchos les puede parecer tierno y lindo, yo veía un niño malcriado pero bueno, lo mejor vino al final, cuando el niño más pequeño dice algo y Ursula Strenge le acerca el micrófono como pidiendo que le repita, el niño dijo:
"Mi ñaño se tiró un pedo"
A lo que Strenge responde:
"Por acá no ha llegado todavía"
Y ahí me vine a quejar con ustedes. ¿Si ven? ¿No soy yo verdad? ¿Debo esperar más de la televisión? Mejor me voy, antes de que llegue por acá.
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